¿Cómo enfrentarse al problema de la piel flácida después de adelgazar?

Después de una pérdida de peso considerable a veces podemos notar la piel flácida. No volvió a su lugar como debería y entonces hasta llegamos a pensar  “mejor que no hubiera adelgazado”, ya que estéticamente no nos agrada la nueva apariencia de la piel.

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Si queremos perder de peso, hay algunos puntos que hay que considerar para evitar terminar con una piel flácida.

¿Por qué la piel se pone flácida después de bajar de peso?

Lo que primero debes entender, es que la piel es probablemente el órgano que más se estira en todo nuestro organismo. Cuando crecemos, toda la piel se va haciendo más elástica al mismo tiempo que se va regenerando.

Cuando perdemos peso, y especialmente cuando perdemos peso rápidamente, le damos muy poco tiempo a nuestra piel para que se adapte a la nueva forma que ahora tiene tu cuerpo, lo que resulta en esa piel “de sobra”.

¿Cómo reafirmar la piel después de adelgazar?

Al bajar de peso, especialmente cuando ocurre de manera rápida, los componentes elásticos de la piel pierden la grasa que los mantenía estirados, y además no tienen mucho tiempo para adaptarse a esta nueva forma. Tu piel es un órgano viviente, y como tal, se adaptará al nuevo cuerpo que tienes ahora. Para acelerar este proceso podemos seguir los siguientes consejos.

  • No pierdes peso demasiado deprisa: Una dieta rápida puede llevar a grandes pérdidas de grasa o incluso músculo, lo que puede provocar desajustes con la piel, que no tiene tiempo de adaptarse a este nuevo cuerpo. La mejor forma de bajar de peso es aquella donde vas incorporando hábitos saludables poco a poco.
  • Haz ejercicio: al desarrollar músculo, podrás ‘’rellenar’’ las áreas con exceso de piel.
  • Hidratación y alimentación: por una parte, el agua es un componente muy importante para mantener y mejorar la elasticidad de la piel. El viejo dicho de tomarte 2 litros de agua por día no es un mito. Por otra parte, elementos como el colágeno y la elastina también influyen en el estado de la piel. Ciertas fuentes de estos productos suelen ser algunos ricos en proteínas como la leche, las legumbres o las nueces. Si haces ejercicio, asegúrate de consumir fuentes magras de proteína. Le estás ayudando a tu cuerpo a crear tejido muscular, el cual te ayudará a verte más tonificado(a) al fortalecer los tejidos internos de tu piel. Al consumir comidas ricas en proteína como pavo, salmón, huevos, queso cottage y legumbres, le darás a tu cuerpo su buena ración de colágeno y elastina. ¡No te olvides de las frutas y verduras!
  • Limita la exposición al sol. Demasiada exposición al sol puede dañar tu piel y hacerla más flácida.
  • Toma vitamina C que es fundamental para la producción del colágeno. Debemos obtener la suficiente vitamina C para que nuestra piel vuelva a tensarse.
  • Mantén la piel en buen estado con una exfoliación periódica con un exfoliante de sal marina. Aumentarás la circulación sanguínea y estimularás la producción saludable de elastina y colágeno, ambos necesarios para devolver la firmeza a tu piel. Los masajes también estimulan la circulación sanguínea. En ocasiones, ciertas cremas, el aloe vera, el ácido hialurónico o algunos tipos de vitaminas (C, E o A) pueden, además de otros compuestos, permiten mejorar el estado de la piel y favorecen su recuperación.

Y otro consejo más:

Prueba SlimGlow que funciona en 4 niveles principales que influyen en el aspecto de tu piel:

  • Frena la producción exagerada de melanina (causa la piel manchada).
  • Impide la descomposición del colágeno y de la elastina y de tal manera impide el arrugamiento de tu piel
  • Aumenta la microcirculación cutánea
  • Acelera adelgazamiento